¿Qué son los juanetes?
Técnicamente llamados “hallux valgus”, los juanetes son una de las deformaciones más frecuentes de los pies. Esta condición afecta más a las mujeres que a los hombres y consiste en un crecimiento anormal del extremo del primer metatarsiano, junto con una pérdida de la alineación en la articulación que conecta dicho hueso con la primera falange del dedo gordo.
Como consecuencia, aparece un abultamiento característico en la base del dedo gordo, que se tuerce hacia el segundo dedo. Este bulto sobresale del lado interno del pie, lo que aumenta la presión que ejerce el calzado sobre esa zona. Además, el dedo gordo empuja a los dedos cercanos, pudiendo incluso montarse sobre alguno de ellos. Esto puede hacer que ciertos calzados resulten imposibles de usar y que actividades como caminatas largas o excursiones en montaña se vuelvan muy incómodas.
¿Por qué tenemos juanetes?
Existen varios factores que pueden contribuir a la aparición de juanetes. Uno de los más comunes es la herencia: si familiares cercanos han padecido esta deformación, es más probable que también la desarrollemos. También influye la forma del pie y el tipo de apoyo que este realiza, así como el exceso de peso corporal.
Por ejemplo:
- Pie egipcio: Si el dedo gordo es el más largo del pie, hay más probabilidades de que se deforme y se desplace hacia el segundo dedo.
- Pie griego: Si el segundo dedo es el más largo o si ambos tienen una longitud similar, el riesgo de desarrollar juanetes es menor.
Otro factor determinante es el uso de calzado inadecuado, especialmente entre las mujeres. Los zapatos con puntera estrecha o triangular y tacones altos (mayores a 5 centímetros) pueden facilitar la inflamación de la articulación del dedo gordo y acelerar su deformación progresiva.
Partes del juanete
Cuando se opera un juanete, se pueden distinguir dos partes principales:
- Zona sólida: Formada por el extremo deformado del metatarsiano.
- Zona blanda: Constituida por los tejidos que rodean la articulación entre el metatarsiano y la primera falange.
La deformación ósea ocurre de manera lenta, pero los tejidos blandos pueden inflamarse rápidamente al usar calzado inadecuado, causando dolor e impidiendo caminar con normalidad.
¿Qué podemos hacer si nos gusta la montaña y tenemos juanetes?
Si disfrutamos de actividades como el montañismo y padecemos juanetes, hay varias estrategias que pueden ayudarnos a minimizar el dolor y las molestias:
1. Elegir calzado adecuado
- Es fundamental probar el calzado palpando su interior, especialmente en la zona que cubrirá el juanete. Asegúrate de que no haya costuras ni refuerzos que puedan aumentar la presión.
- Opta por botas o zapatos con horma ancha, ya que ofrecen más espacio para los pies deformados.
2. Sustituir las plantillas
- Cambiar las plantillas originales por otras más delgadas puede reducir la altura del pie dentro del calzado, logrando que quede más espacio en las zonas críticas.
3. Modificar el atado de las botas
- Si dejas de pasar los cordones por el ojal o gancho más próximo al juanete, disminuirás la presión en esa área. Algunos modelos de botas permiten ajustar diferentes tensiones en cada zona del empeine, lo que resulta útil para esta técnica.
4. Deformar el calzado en una zapatería especializada
- Acude a un profesional que pueda adaptar tus botas utilizando una horma. Este aparato permite agrandar zonas específicas del calzado para ofrecer más comodidad.
¿Qué es una horma?
Una horma es un dispositivo con partes ajustables y piezas metálicas que se colocan dentro del calzado para ensancharlo gradualmente. Los zapateros suelen usar productos especiales para facilitar el proceso y garantizar que las botas se adapten perfectamente a tus pies.
Tips adicionales:
- Utiliza protectores de silicona: Estos se colocan sobre el juanete para reducir la fricción y evitar la formación de ampollas.
- Realiza ejercicios para los pies: Fortalecer los músculos del pie puede ayudar a mantener la alineación y reducir la progresión de los juanetes. Ejercicios como mover los dedos o recoger objetos con ellos son muy efectivos.
- Consulta a un especialista: Si el dolor es persistente o la deformación avanza rápidamente, acude a un podólogo o traumatólogo. Existen tratamientos conservadores como plantillas ortopédicas y, en casos extremos, procedimientos quirúrgicos para corregir el problema.
Perder el miedo a personalizar el calzado es clave para disfrutar de nuestras actividades favoritas sin dolor. No dudes en cortar, deformar o modificar tus botas si eso te permite caminar con mayor comodidad. Y cuando sea necesario, recurre a los especialistas para buscar soluciones que mejoren tu calidad de vida.
¡Que los juanetes no sean un obstáculo para disfrutar de la montaña y el senderismo!