Imagina estar a mitad de un ascenso, el terreno se vuelve helado y sientes que tus botas pierden tracción. En ese momento, la diferencia entre un paso seguro y un resbalón peligroso son tus crampones. Pero, con tantas opciones de materiales, fijaciones y puntas, ¿cómo saber cuáles son los correctos para ti?
No te preocupes. En esta guía desglosaremos todo lo que necesitas saber para elegir los mejores crampones de montaña, asegurándonos de que tu próxima expedición sea segura y exitosa. Ya sea que hagas trekking en glaciares, alpinismo clásico o escalada en hielo, aquí encontrarás tu par ideal.
¿Qué son y para qué sirven los crampones?
Los crampones son dispositivos de tracción metálica que se acoplan a la suela de tus botas. Son parte esencial del equipo básico de montaña en invierno y necesarios en cualquier época del año si vas a transitar por nieve dura o hielo.
Su función es simple pero vital: clavar sus puntas en la superficie helada para evitar deslizamientos. Antes de comprar, debes tener claro que no todos los crampones sirven para todas las botas ni para todas las actividades.
Regla de Oro: La elección del crampón depende siempre de dos factores: tu actividad y tus botas.
1. Tipos de Crampones según el Material
El material define el peso y la durabilidad. Elegir mal aquí puede significar cargar peso extra innecesario o romper tu equipo en la primera roca.
Acero: Resistencia y Durabilidad
Son los reyes del montañismo. El acero es extremadamente resistente y duradero, ideal para terrenos técnicos, hielo duro y superficies mixtas (roca y nieve).
- Ventaja: No se desgastan fácilmente en roca.
- Uso ideal: Alpinismo general, escalada en hielo, expediciones.
Aluminio: Ligereza Máxima
El aluminio es mucho más ligero que el acero, lo que lo hace perfecto para actividades donde cada gramo cuenta.
- Desventaja: Se desgastan rápidamente si tocan roca. Son menos resistentes.
- Uso ideal: Esquí de montaña (skimo), aproximaciones en nieve blanda, trekkings sencillos sin tramos de roca.
Híbridos: Lo mejor de dos mundos
Combinan una parte delantera de acero (para agarre y resistencia) con una talonera de aluminio (para reducir peso).
- Uso ideal: Alpinismo ligero y situaciones donde buscas equilibrio entre peso y rendimiento.
2. Sistemas de Fijación: La Clave de la Compatibilidad
Este es el punto donde la mayoría comete errores. El sistema de fijación debe ser compatible con tu bota. Existen tres tipos principales:
Crampones de Correas (Universales)
Son los más versátiles y funcionan con casi cualquier tipo de bota, desde botas de trekking flexibles hasta botas rígidas clásicas.
- Mecanismo: Se ajustan mediante correas de nylon que envuelven el calzado.
- Pros: Compatibilidad universal.
- Contras: El ajuste es menos preciso y toma más tiempo ponerlos. Existe un ligero movimiento entre bota y crampón.
- Ideales para: Trekking glaciar, iniciación al montañismo y botas sin rebordes.
Crampones Semiautomáticos (Híbridos)
El estándar en el alpinismo moderno. Requieren botas con reborde trasero (talón) rígido.
- Mecanismo: Usan una talonera de clip (automática) atrás y una "cesta" plástica o de correas adelante.
- Pros: Colocación rápida y ajuste muy preciso.
- Ideales para: Alpinismo estival e invernal, botas semirrígidas o rígidas.
Crampones Automáticos
La opción más técnica. Requieren botas con reborde rígido tanto en el talón como en la puntera.
- Mecanismo: Usan un estribo metálico delante y una talonera de clip detrás.
- Pros: Rigidez total y precisión absoluta. Ideales para escalar cascadas o paredes verticales.
- Contras: Solo compatibles con botas de alta montaña (plásticas o técnicas).
- Ideales para: Escalada en hielo, escalada mixta y esquí de travesía.
La compatibilidad es clave: verifica si tu bota tiene rebordes antes de elegir automáticos o semiautomáticos.
3. Rigidez y Estructura: ¿Cómo se mueven contigo?
La estructura del crampón debe moverse en armonía con tu bota.
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Articulados/Flexibles: Tienen una barra central que permite flexión. Son ideales para caminar, ya que facilitan el movimiento natural del pie (el "rollido"). Perfectos para nieve blanda y trekking.

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Semirrígidos: El estándar actual. Ofrecen suficiente rigidez para escalar hielo moderado, pero permiten caminar cómodamente en aproximaciones.

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Rígidos: Estructura de bloque (sin barra móvil). Son muy específicos para escalada en hielo vertical, donde necesitas soporte total para no fatigar los gemelos. Casi ya no se usan para caminar.

Orientación del Marco: La mayoría de los marcos modernos son horizontales (planos), lo que evita que la nieve se acumule y mejora la estabilidad al caminar. Los marcos verticales (tipo caja) han quedado relegados a modelos muy antiguos o extremadamente específicos para hielo.
4. Anatomía del Crampón: Puntas y Seguridad
Número de Puntas
- 10 puntas: Modelos básicos para trekking o esquí de montaña (tallas pequeñas). Ahorran peso pero ofrecen menos tracción.
- 12 puntas: El estándar del alpinismo. Las dos puntas extra frontales son clave para frenar en bajadas y traccionar en pendientes fuertes.
- 14 puntas: Para escalada técnica extrema.
Puntas Frontales: ¿Horizontales o Verticales?
- Horizontales: Perfectas para nieve y hielo alpino. Ofrecen buena sustentación en nieve blanda.
- Verticales (diente de sable): Imitan la hoja de un piolet. Son agresivas y penetran increíblemente bien en hielo duro y cascadas.
- Monopunta: Una sola punta frontal. Exclusivo para escalada mixta y hielo de dificultad, permite pivotar y colocar el pie en agujeros pequeños de la roca.

Antizuecos (Antiboots)
Nunca compres crampones sin ellos. Son láminas de goma o plástico ubicadas bajo el crampón que impiden que la nieve se apelmace y forme un "zueco". La acumulación de nieve es peligrosa: anula la tracción de las puntas y provoca resbalones fatales. Revisa nuestro artículo sobre equipo de montaña para más consejos de seguridad.

5. Mantenimiento: Cuida tu Equipo
Unos crampones bien cuidados pueden durar décadas. Sigue estos pasos tras cada salida:
- Secado: Nunca los guardes mojados. Sécalos con un trapo al llegar a casa para evitar óxido (incluso en acero inoxidable).
- Afilado: Usa una lima fina manual. Afila solo los cantos y evita usar esmeriles eléctricos (el calor destempla el acero y lo debilita).
- Transporte: Usa siempre una funda resistente o "cramponera" para no dañar el resto del equipo en tu mochila.
- Revisión: Chequea regularmente las correas y tornillos.
6. Resumen: ¿Cómo elegir según tu actividad?
Para facilitarte la vida, aquí tienes una guía rápida de elección:
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Trekking Invernal / Glaciares fáciles:
- Crampón: 10-12 puntas, acero (o aluminio si es solo nieve), flexible.
- Fijación: Correas (Universal).
- Bota recomendada: Trekking o Media Montaña.
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Alpinismo Clásico (Corredores, cumbres):
- Crampón: 12 puntas, acero, semirrígido.
- Fijación: Semiautomático (preferible) o Correas.
- Bota recomendada: Bota rígida o semirrígida con reborde trasero.
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Escalada en Hielo / Mixto:
- Crampón: 12-14 puntas, acero, puntas frontales verticales (o monopunta).
- Fijación: Automático.
- Bota recomendada: Bota rígida técnica con doble reborde.
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Esquí de Montaña (Skimo):
- Crampón: 10 puntas, aluminio (o híbrido), ultraligero.
- Fijación: Automático o Semiautomático.
- Bota recomendada: Bota de esquí.
Elegir el crampón adecuado es invertir en tu seguridad. Prueba siempre el ajuste con tus botas antes de la expedición y práctica su colocación en casa. ¡La montaña te espera!
