¿Cómo escoger unos crampones apropiados para un trekking a la montaña? ¿qué tipos de crampones existen? ¿cuáles se ajustan mejor a mi bota? ¿cómo cuidarlos?. Estas son algunas de las preguntas que trataremos de resolver a continuación.
Los crampones son un elemento de seguridad y forman parte del equipo básico de montaña en invierno y del resto de estaciones, si se van a recorrer pendientes de nieve dura o helada, cuando las suelas de las botas no agarran. La mejor manera de escoger adecuadamente unos crampones será conocer la finalidad, pues actualmente los fabricantes se han encargado de diseñar modelos específicos a los diferentes usos en montaña. Al final del artículo veremos en concreto los crampones más indicados según la finalidad, pero antes, vamos a conocer la herramienta.
Materiales y peso
Los crampones están fabricados principalmente de dos materiales, acero de diferentes tipos y/o aluminio.
- Acero: Los crampones de acero son los mejores para el montañismo en general. Su durabilidad los hace esenciales para terrenos técnicos, empinados y helados. Los de acero inoxidable añaden resistencia a la corrosión.
- Aluminio:Los crampones de aluminio pueden ser ideales para aproximaciones y alpinismo de esquí. Su menor peso los hace mejores en escaladas alpinas, pero se desgastarán significativamente más rápido que los de acero si se usan en terrenos rocosos tiene la gran ventaja de la ligereza pero es mucho menos resistente y se desgasta rápidamente. Los crampones de este material están concebidos para un uso ocasional y se dirigen a esquiadores de montaña y excusionistas. Están pensados para la nieve y para ir dentro de la mochila. Desde luego, no están destinados para una vía que incluya secciones de roca ni escalada en hielo.
Existen modelos híbridos que combinan una parte trasera de aluminio (ligera) con una parte delantera de acero (resistente).
Partes de un crampón
Si bien los crampones con bisagras y de estructura rígida todavía están disponibles en el mercado, la gran mayoría de los que se usan hoy en día se consideran semirrígidos. Un diseño semirrígido ofrece la ventaja de un buen rendimiento en las condiciones más amplias. Proporciona suficiente flexibilidad para caminar en invierno, pero es lo suficientemente rígido para escalar hielo en un terreno moderado.
En algunos modelos se puede hacer un ajuste en la barra de unión, es decir, la barra entre la puntera y la pieza del talón, que cambia el crampón de un modo semirrígido a uno flexible, lo que lo hace más cómodo para caminar y hace menos probable la acumulación de nieve en el crampón.
Los crampones semirrígidos son más fáciles de ajustar que los viejos diseños rígidos y se adaptan a una mayor variedad de formas de botas. Si tienes una bota muy curva, puedes obtener una barra central asimétrica como accesorio para obtener un mejor ajuste o puedes probar una barra central más larga o flexible como un resorte de acero dependiendo del tamaño y tipo de tu bota.
Ojo: hay crampones izquierdos y derechos en un diseño semirrígido. Esto está determinado por la orientación de la barra central.Descanso antes de un cruce de un nevero duro con crampones automáticos y botas de suela rígida. Foto: Francisca Hernández.Los crampones otorgan gran estabilidad y firmeza. En la foto, ejercicio de maniobras propias de la progresión en glaciar, asegurando a un compañero. Foto: Adolfo Dell Orto.
Orientación del marco
Hay dos opciones de orientación del marco: vertical y horizontal. Los marcos horizontales se han vuelto más comunes porque ofrecen mejor flexión al caminar y casi todas las prestaciones de un marco vertical.
Los crampones orientados verticalmente, de tipo caja, resultan más rígidos y se usan básicamente con botas de plástico y botas muy rigidas para escalada de cascadas de hielo. En la actualidad, han sido reemplazados en la mayoría de casos por los marcos horizontales.
Sistema de unión
El sistema de unión es regulable para adaptarse al tamaño de la bota. Los más habituales consisten en una barra metálica, un sistema de railes tipo caja (prácticamente desaparecido), o un cordino Dyneema en los sistemas de unión más flexibles (esquí). El tornillo que servía para regular la longitud, hace tiempo que fue sustituido por otros mecanismos más eficaces tipo pasador. Según el sistema de unión entre la parte trasera y la parte delantera, los crampones se pueden clasificar como:
- Articulados: Se usan para esquí y montaña en general. Son los que mejor se adaptan a una bota flexible pero que colocados en una suela rígida, funcionan casi tan bien como unos crampones rígidos o semirrigidos.
- Semirigidos: Se usan para montaña en general pero también para terrenos técnicos, desde camintas sobre nieve, hasta escaladas en hielo. La preferencia por la consistencia semirrigida ha aumentado y parecen haber sustituido en la mayoría de casos a los modelos rígidos. Posibilitan cierta flexibilidad que les permite adaptarse a cualquier tipo de bota rígida y en terrenos mixtos, funcionan mejor que unos rígidos.
- Rígidos: están diseñados para la escalada técnica en hielo y para ser usados con botas muy rígidas. Su mayor rigidez proporciona mejor soporte y menor gasto de energía. Este modelo tipo caja está prácticamente extinguido.
Tipos de fijaciones: Compatibilidad bota-crampón
La compatibilidad de la bota y los crampones es esencial para el rendimiento y tu seguridad. El tipo de bota que utilizas te dirá qué opciones puedes usar en lo que respecta a los distintos tipos de crampones que hay.
Por ejemplo, los crampones con correa ultraligeros funcionarán con botas de montaña ultraligeras, pero no son adecuados para alpinismo o escalada en hielo. Un crampón en una bota de suela flexible no se ajustará de manera tan segura como en una bota de suela rígida.
El sistema de fijación es lo que permitirá que el crampón permanezca adherido a la bota y no se salga. Hay tres tipos de fijaciones: correas, automáticos y semiautomáticos.
Correas o universal
Este tipo de fijaciones son las más versátiles, ya que permiten fijar los crampones a cualquier tipo de bota. En la parte delantera suelen incorporar una fijación plástica.
Este sistema no es tan preciso y resulta un poco más difícil de ajustar.
Son una gran opción si se va a usar varias botas con el mismo crampón. Sin embargo, las fijaciones con correa no son tan precisas como los otros sistemas, debido a que permanece -aunque sea leve- un movimiento entre la bota y el crampón.
Automáticos
solo sirven con botas que además de tener reborde en la parte trasera, tengan reborde en la parte delantera. Este tipo de fijaciones aparecen en los modelos más técnicos y en los modelos ultraligeros dedicados al esquí de montaña, donde resultan ideales. El crampón se fija a la parte delantera mediante una puntera de alambre y una talonera en la parte trasera.
Son fáciles de colocar y muy precisos, pero es fundamental que se ajusten perfectamente a nuestra bota. Antes de comprar unos crampones, probarlos con las botas que se van a utilizar y revisar con el tiempo el desgaste del cerco. Estos crampones incorporan un anillo-tobillera para no perderlos en caso de que se suelten.
Este es también el estilo más fácil de ponerse con guantes y en condiciones de nieve. Para un atascamiento, las botas deben tener suelas rígidas y al menos una hendidura o ranura de 3/8″ en el talón y la puntera. Una correa de tobillo también es típicamente parte del sistema.
Semiautomáticos o hibridos
igual que en los modelos automáticos, incorporan una talonera en la parte trasera. La parte delantera se ajusta mediante correas y una pieza plástica. Están indicados para botas rígidas y semirigidas con reborde en la parte trasera. Son fáciles de colocar. Igual que con los automáticos es fundamental comprobar que la bota se adapte perfectamente al crampón y que la bota disponga de este reborde.
Puntas
Normalmente los crampones traen 12 puntas para los modelos de alpinismo clásico, 10 en los modelos más ligeros de esquí y 14 en los más técnicos para escalada en hielo. En los modelos de 12 puntas, 10 puntas se distribuyen en la planta de la bota, siguiendo el contorno, y evitando así el efecto rail que provocan las puntas alineadas. En la puntera de la bota, se colocan de manera frontal las otras dos puntas. De los dos partes que forman el crampón, 4 puntas se sitúan en la parte trasera y el resto en la parte delantera, dependiendo del modelo.
Las puntas delanteras del crampón se utilizan para pendientes fuertes, donde no es posible apoyar todo el pie en el suelo. Los modelos técnicos, además de las dos puntas frontales, cuentan con una segunda fila de puntas secundarias que apuntan hacia adelante. Son ideales para corredores invernales y avanzar de frente a la pared por pendientes moderadas y fuertes, y escalada en hielo y mixto. En los modelos más técnicos, las puntas frontales son verticales en vez de horizontales, imitando la punta de un piolet y en algunos, las dos puntas se sustituyen por una sola punta que permite insertarla dentro de una grieta.
Este tipo de crampones tecnicos, permiten reemplazar, ajustar o reconfigurar las puntas.
Antizuecos / Antiboots
Son dos piezas de goma que se colocan en la suela del crampón, que impiden que la nieve se acumule formando zuecos y así las puntas puedan penetrar en la nieve. De esta forma, el alpinista no tiene que estar golpeando constantemente el crampón y se reduce el riesgo de caídas, especialmente en las bajadas.
En montaña en general, es imprescindible que siempre uses crampones con antizuecos. Si no los traen, seguramente puedas comprarlos aparte o fabricarlos tu mismo.
Ajuste del crampón
El rendimiento y seguridad de los crampones dependerá de la compatibilidad con la bota, pues el tipo de calzado determina el resto de las opciones disponibles. Conocer si la suela es rígida, semirígida o flexible determinará en gran medida el tipo de crampón y el tipo de fijación. Las suelas rígidas ofrecen mejor ajuste que las suelas flexibles.
Unas botas muy fléxibles tipo zapatilla no están diseñadas para caminar con crampones. En todo caso, las botas más flexibles irán mejor con un crampón articulado que se adapte a la pisada y fijaciones de correas. El tipo de bota que puedes usar en verano, normalmente no llevará el reborde para una fijación trasera y a no ser que tengas más de unos crampones, la única opción serán los de correas.
Presta atención a la punta y el talón, comprueba que se ajusten perféctamente a los ribetes y que las puntas frontales sobresalgan 2-2,5cms. Practica en casa o en un lugar cómodo el modo de colocarlos y recuerda que hay un crampón para cada pie. Si al colocarte unos crampones de correas sin atarlas, el crampón se sostiene al levantar el pie, es que están bien regulados. En los automáticos y semiautomáticos, las taloneras suelen incorporar una rosca de ajuste micrométrico.
Fíjate en que la barra que regula la longitud del crampón no sobresalga por detrás, caso de un pie muy pequeño, lo que podría provocar enganchones y tropezones, pero que tampoco quede haste el tope de su longitud. Deberían sobrar al menos un par de muescas.
A la hora de colocar unos crampones de correas comprueba que la hebilla queda por el exterior, eso significa que son del pie correcto. Elimina las revueltas de la cinta plana, pásala por la hebilla de delante de fuera a dentro y por la de atrás de dentro a fuera. Rodea la bota por delante y ajusta con el cierre rápido. Comprueba que no sobra demasiada cinta y córtala o enróllala para que no provoque enganchones. Recuerda que los crampones son lo último en colocar. Primero se colocan las polainas y cubrebotas, y después el crampón.
Los mejores crampones son los que están destinados al tipo de actividad que vayas a realizar. A la hora de comprar unos crampones, pruébalos con las botas que vayas a utilizar y si usas más de un par, pruébalos con todas. Cualquier crampón no vale para cualquier bota.
Mantenimiento de los crampones
Pon a secar los crampones después de cada salida y pasales un trapo para retirar toda la humedad antes de guardarlos, envueltos en una tela.
Lubrica las partes móviles. Comprueba que los tornillos y tuercas están bien apretados y aflójalos para que el crampón descanse, si no los vas a usar en mucho tiempo.
Afila sus puntas manualmente con una lima fina de metal. Solamente por el canto. Las puntas que más se desgastan son las de delante. No las afiles excesivamente, solamente si vas a realizar rutas técnicas de hielo, y si son de aluminio doble cuidado, están concebidos para nieve y se desgastarán rapidamente.
Sustituye las correas si ves que están desgastadas. Igual con el resto de piezas, si es que eso es posible. Antes de salir de casa, examina los crampones y comprueba que estén en buen estado.
Recomendaciones para elegir el mejor crampón de montaña
Estas son algunas consideraciones que debes tener en mente para comprar tu bota o crampón:
Determina qué tipo de botas tienes:
¿La suela es súper flexible, semiflexible o rígida? ¿Tu bota es para crampón universal, semiautomático o automático? Si tienes botas súper flexibles y sin pestañas, lo más probable es que necesites una nueva bota si planeas usarlas con crampones técnicos para escalar.
Combina la flexibilidad de tu calzado con la flexibilidad del crampón. Para botas altamente flexibles, obtén crampones de escalada con una barra central flexible que conecta el frente y la espina de la bota. Para montañismo ligero o viajes por glaciares, asegúrate de que el crampón sea compatible con la bota que tengas y entonces podrás utilizar un crampón de aluminio o acero.
Lleva tus botas contigo cuando vayas de compras. Esta es una forma inteligente de asegurarte de que un crampón sea compatible. Asegúrate de que la barra central se ajuste a la bota para la rigidez, forma y longitud de tu bota. Los escaladores a menudo hacen micro-ajustes, como ajustar el alambre del dedo del pie, para asegurar un ajuste perfecto.
En caso de duda, habla con un vendedor. ¡Esto es necesario para tener una buena compatibilidad del calzado y el crampón! Si bien los crampones de aluminio son más ligeros, los de acero son más resistentes.
Define tu actividad
Si es para montañismo o escalada en hielo, mira la punta y el talón de tu bota. Tienes varias opciones para crampones.
Para caminar en lugar de escalar, considera crampones menos técnicos tipo semiautomáticos o universales.
Si deseas utilizar crampones más técnicos como los automáticos, recuerda que necesitas botas de suela rígida con pestañas en la punta y el talón.