La Aldea de Tulor es uno de los sitios arqueológicos sedentarios más antiguos del norte de Chile, situado a unos 7,7 km al suroeste de San Pedro de Atacama, entre la emblemática Cordillera de la Sal y las dunas de arena que evidencian la progresiva desecación de este entorno. Los primeros restos fueron encontrados en 1956 por el padre jesuita Gustavo Le Paige. Las excavaciones continuaron en 1980 por parte de la arqueóloga Ana María Barón.
Ubicada entre el aillu de Tulor y el de Coyo, la Aldea está compuesta por una serie de estructuras circulares interconectadas entre sí y que poseían diversos usos y funciones de acuerdo a las actividades cotidianas que se desarrollaban en su interior. Su arquitectura comparte muchas similitudes con la observada entre las culturas precolombinas de los Andes.
Los materiales arqueológicos recuperados en este sitio dan cuenta del significativo intercambio cultural, explicado en torno a las estrategias económicas articuladas por estas poblaciones precolombinas y se expresan en diversos soportes materiales como la arcilla, la madera, el hueso, el cuero y los textiles.
La Aldea de Tulor, y los sitios arqueológicos que la componen, están siendo testigos de los efectos acumulativos de los cambios climáticos que se han desarrollado durante estos últimos dos mil años.
El avance de la duna de arena que a ritmo silencioso, pero no menos efectivo, conjugado con los efectos de la lluvia y el viento, han constituido los factores responsables del actual estado de conservación del sitio, a los que se suman los causados por la presencia humana. En 2005, el programa World Monuments Watch declaró a la aldea como uno de los 100 sitios arqueológicos más amenazados del mundo.
Hoy en día, la Aldea de Tulor constituye la primera experiencia en Chile de traspaso y manejo de un bien patrimonial cultural a una organización indígena, que a lo largo de los años ha dado claros signos de confiabilidad y autosustentabilidad, proceso que ha sido reconocido públicamente por el Estado de Chile, durante el año 2002, al concederle a la comunidad Atacameña de Coyo el Premio a la Conservación de los Monumentos Nacionales.
Lo anterior se desarrolla en el marco de una alianza estratégica en la que participan la Comunidad Indígena de Coyo, la Corporación Nacional Forestal (CONAF), el Consejo de Monumentos Nacionales (CMN) y la Corporación Nacional de Desarrollo Indígena (CONADI) tendientes a fomentar la protección y puesta en valor de esta milenaria Aldea precolombina.
¿Cómo llegar?
El trayecto de aproximadamente 10 kilometros, parte de San Pedro de Atacama y sigue la ruta en direccion al Valle de la Luna, pero justamente antes de ingresar al Valle, el camino se bifurca a mano izquierda donde avanzaras hacia el Ayllu de Coyo, oasis que colinda con la Aldea de Tulor.
El trayecto atraviesa el mencionado ayllu hacia el norte, en un sector de dunas, podras ver la entrada a la historica aldea de Tulor,
Administración y precios
La administracion del sector, esta a cargo de la comunidad Atacameña del ayllu de Coyo y los valores de acceso al sector, son: Turista extranjero: $ Turista nacional: $. Cabe destacar que el valor de tu entrada aporta al desarrollo de la comunidad indigena que administra el sector.
Actividades de intereses especiales: El sector cuenta con salas de exhibicion e interpretacion historica, alla podras conocer sobre la flora y la fauna, aspectos prehistoricos e historicos recientes de la cultura Atacameña. Ademas existe una reproduccion de las viviendas excavadas en 1982, una pasarela peatonal y un mirador. La visita a la aldea de Tulor forma parte del conocido circuito turistico arqueologico, el que se realiza generalmente a partir de las 09:00 am, saliendo de San Pedro de Atacama e incluye otros destinos de interes arqueologico como el Pucara de Quitor.
La replica de la aldea de tulor
La arquitectura del lugar hoy en día está compuesta básicamente por treinta habitaciones circulares interconectadas entre sí, las que retratan exactamente cómo eran las casitas originales, y que tenían diferentes usos y funciones de acuerdo con las actividades cotidianas que se realizaban al interior. Los aldeanos llevaban adelante un intenso comercio e intercambio de productos que se ve graficado en los desechos arqueológicos que se ven hoy en día con cuentas hechas en conchas del Pacífico y otros bienes culturales como los textiles o productos de madera. El poblado posteriormente desapareció principalmente debido a sequías y tormentas de arena, obligando a los indígenas a migrar paulatinamente hacia el Pukará de Quitor. Tras esa migración, la aldea fue usada como cementerio, en el cual era fundamental el proceso de momificación según las creencias de sus habitantes.
Podemos apreciar en el lugar distintos elementos utilizados para tal proceso, como herramientas confeccionadas con piedras y otros utensilios de cerámica que permanecieron enterradas por más de 2 mil años. Cuando volvemos hacia San Pedro de Atacama, nos damos cuenta que este importante destino de la región de Antofagasta guarda muchos secretos patrimoniales que van más allá del turismo clásico.
Recomendaciones para visitar la aldea de Tulor
Le recomendamos que programe su vuelo a Calama para llegar en la mañana para poder participar en las actividades programadas sin afectar el itinerario.
Este lugar tiene un clima desértico y además se encuentra a algunos metros sobre el nivel del mar, lo que hace que durante todo el año haya una oscilación térmica muy grande entre el día y la noche. La temperatura media anual está entre 14°C y 3°C.
Muchas de las excursiones y recorridos que se realizan incluyen visitar lugares que se encuentran en el altiplano chileno, a 3.500 metros sobre el nivel del mar. Esto significa que las personas pueden experimentar el mal de altura. Es importante que las personas beban mucha agua para mantener su cuerpo bien hidratado. Las personas no deben hacer movimientos bruscos o bruscos, y dejar que su cuerpo se acostumbre a las alturas y la altitud.
Hay pocos cajeros automáticos en San Pedro de Atacama. Hay que tener en cuenta que la demanda de estos cajeros automáticos es alta, por lo que no siempre tienen dinero. Le recomendamos que traiga algo de efectivo con usted.
Las tiendas en las zonas rurales están abiertas todo el día, pero cierran entre las 13.00 y las 15.00 horas. Te recomendamos llevar moneda local (pesos chilenos), ya que no es posible pagar con tarjetas de débito o crédito en quioscos y tiendas rurales.
No tirar basura en las playas, parques o calles. Cuidar nuestro medio ambiente es responsabilidad de todos. Evite multas siguiendo las reglas.