De casi todo me olvido, al igual que ese antiguo cuento
He Viajado a mil Lugares, pero me he olvidado de la mayoría de los Detalles. Entonces cuál es el propósito de viajar, cuál es el propósito de la montaña que he caminado si olvido sus imágenes y sus sensaciones.
Esta fue la pregunta que un alumno le hizo a su maestro una vez. El maestro no respondió de inmediato. Sin embargo después de unos días, mientras el y el joven alumno estaban sentados cerca del río, dijo que tenía sed y le pidió que le trajera un poco de agua con un colador viejo y sucio que había en el Suelo.
El alumno no entendió bien y sobresaltado por el absurdo pedido intentó esa extraña tarea.
Cada vez que sumergía el colador en el Río para traer un poco de agua para su maestro, no podía más que dar unos pasos hacia él , y no quedaba ni una gota en el colador.
Lo intento e intento decenas de veces, caminando más rápido y tratando de correr, pero el agua siguió pasando por los agujeros del Tamiz perdiéndose por el camino.
Agotado, se sentó junto al maestro y dijo. » No puedo conseguir agua con ese Colador. Perdóneme Maestro, es imposible, he fallado en mi tarea»
» NO, respondió el Anciano Sonriendo, no has Fallado » Mira el Colador, Ahora brilla, está limpio, está reluciendo. El agua que se filtró por sus agujeros lo ha limpiado»
Cuando caminas por las Montañas eres como un Colador y ellos son como el agua del río. No importa si no puedes guardar en tu memoria toda el agua del río, importa que en ese fluir de emociones, sentimientos y conocimientos limpiaras tu mente y tu espíritu convirtiéndote en una persona mejor y renovada. Ese es el propósito de la de las montañas. La versión original del cuento habla de la lectura, pero me encanto la aplicación a mucho de lo que hacemos en nuestras vidas que nos da poder y luz en nuestros días.