Viento en la Montaña: 10 tips para protegerte

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Cada vez hay más días ventosos en montaña y con mayor intensidad? ¿Qué precauciones debemos tomar para protegernos? En este artículo te contamos todo lo que necesitas saber sobre el viento en montaña y cómo enfrentarlo de manera segura.

¿Qué está pasando con el viento en montaña?

En los últimos años, los aficionados a la naturaleza hemos notado un aumento significativo en los días ventosos y, sobre todo, en la velocidad del viento en las montañas. Este fenómeno, observado a nivel mundial, está relacionado con cambios en la circulación atmosférica y ciclos en las oscilaciones atmósfera-océano.

Por ejemplo, mientras que en 2005 se registraron ráfagas históricas en lugares como el Teide (Tenerife) con más de 250 km/h, más recientemente, en enero de 2021, Panticosa sorprendió con vientos de hasta 180 km/h a solo 1.200 metros de altitud. Los expertos advierten que esta tendencia podría continuar al menos durante la próxima década.

Clasificación de alertas por viento

La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) clasifica las alertas por viento en tres niveles:

  • Amarillo: Rachas superiores a 60 km/h. Evita actividades en laderas expuestas y bosques.
  • Naranja: Rachas superiores a 90 km/h. El viento comienza a ser peligroso incluso para conducir.
  • Rojo: Rachas superiores a 120 km/h. Actividades al aire libre no son recomendables.

En montaña, es prudente considerar peligroso el viento a partir de 30 km/h, ya que puede afectar nuestro equilibrio y confort. Por encima de 60 km/h, el riesgo aumenta considerablemente, y a partir de 90 km/h, las actividades pueden tornarse extremadamente peligrosas.

¿Cómo nos afecta el viento fuerte?

El viento en montaña no solo es incómodo, también puede ser peligroso:

  • Enfriamiento térmico: El viento aumenta la sensación de frío. A +5°C con viento de 40 km/h, la sensación es de -10°C. A -5°C, esas mismas rachas pueden hacernos sentir a -25°C.
  • Prisas peligrosas: El deseo de escapar del viento puede llevarnos a tomar atajos inseguros.
  • Visibilidad reducida: Las capuchas, el polvo o la nieve dificultan la visión y aumentan el riesgo de tropezar con obstáculos.
  • Manos entumecidas: La falta de guantes adecuados puede provocar pérdida de destreza, haciendo que soltemos herramientas o accesorios importantes.
  • Pérdida de equilibrio: Las ráfagas pueden desestabilizarnos, especialmente en terrenos expuestos como crestas, laderas o zonas nevadas.

10 Consejos para enfrentar el viento en montaña

Vulcano Expediciones Viento en la Montaña: 10 tips para protegerte

1. Consulta el pronóstico del viento

Antes de salir, revisa las previsiones meteorológicas específicas para la montaña que vas a visitar. Plataformas como Windy o servicios de meteorología de montaña detallan la velocidad del viento y su dirección a diferentes altitudes. No te fíes solo del tiempo general, ya que las condiciones en la base de la montaña pueden ser muy diferentes a las de la cima. Una planificación informada puede evitar sorpresas desagradables.

2. Evita exponer a inexpertos

Si las rachas de viento superan los 30 km/h, reconsidera llevar a personas con poca experiencia en montaña. Estas condiciones pueden ser desafiantes, incluso para montañeros experimentados, debido a la disminución del equilibrio, el aumento de la sensación de frío y la posibilidad de incidentes. Si el viento previsto supera los 50 km/h, lo más seguro es posponer la salida o elegir una ruta más protegida.

3. Adapta tu ruta

Cambiar de ladera o ruta puede marcar una gran diferencia. Si el viento sopla con fuerza directamente en una ladera expuesta, busca alternativas en zonas más protegidas, como valles o laderas opuestas. En caso de que el viento no disminuya, desciende a cotas más bajas, donde suele ser menos intenso. Tener un plan B siempre es esencial en montaña.

4. Atento a la altura

Recuerda que la velocidad del viento aumenta con la altitud. Mientras que en la base de la montaña puede parecer tranquilo, en las cimas puede ser el doble o el triple de fuerte. Esta diferencia es especialmente notable en montañas cercanas a grandes ciudades, donde el viento puede ser mucho más intenso de lo esperado. Ten esto en cuenta para decidir hasta dónde subir.

5. Lleva ropa adecuada

Una chaqueta impermeable de calidad con propiedades cortaviento es indispensable. Las prendas de tipo softshell o windstopper pueden ser útiles, pero no reemplazan a una capa impermeable y transpirable. Asegúrate de que tu chaqueta esté ajustada para evitar que el viento penetre, y considera llevar capas adicionales de abrigo si las temperaturas son bajas. No escatimes en protección térmica.

6. Protege tu equilibrio

Los bastones de montaña son tus aliados en días ventosos. Usa dos para mejorar tu estabilidad en terrenos complicados. Evita utilizar las correas de sujeción, ya que en caso de caída, tus manos pueden quedar atrapadas y lesionarse. Además, si el viento es extremadamente fuerte, ten cuidado al plantar los bastones, ya que podrían desequilibrarte si no están bien asegurados.

7. Cubre todo tu cuerpo

El viento puede enfriar rápidamente las extremidades expuestas. Usa guantes térmicos, un gorro que proteja tus orejas y gafas para evitar el impacto del viento y partículas en los ojos. Un buff o braga para el cuello es útil para proteger tu cara y evitar la sensación de frío en la piel expuesta. Asegúrate de que toda tu ropa esté diseñada para resistir condiciones extremas.

8. Organiza tu mochila

Asegura todo dentro de tu mochila para evitar perder objetos esenciales. Utiliza compartimentos cerrados y lleva todo bien comprimido. Los mapas, teléfonos móviles y documentos importantes deben estar protegidos en bolsas impermeables. También es una buena idea fijar la ropa o accesorios adicionales con mosquetones o correas para que no se vuelen al intentar usarlos.

9. Evita zonas peligrosas

En días de viento fuerte, evita exponerte en crestas estrechas, cornisas o zonas con riesgo de desprendimientos. Estas áreas son especialmente peligrosas, ya que una ráfaga inesperada puede desestabilizarte. Opta por rutas más seguras en valles o terrenos menos expuestos. Nunca subestimes el poder del viento en zonas abiertas.

10. Sé flexible

La montaña siempre estará allí para otra oportunidad. Si las condiciones meteorológicas no son seguras, no dudes en cambiar o posponer tu plan. La seguridad debe ser siempre la prioridad. Recuerda que incluso los montañeros más experimentados cancelan ascensiones cuando las condiciones no son favorables. Un buen montañero sabe cuándo dar media vuelta.

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